8 de julio de 2010

Algo sí que no encuentras en Sídney, o en cualquier otra parte de Australia...

Picture 078Es fácil comparar a Australia y a México, o con cualquier otro país latinoamericano, y así apreciar las cosas buenas de la vida en un país primermundista. Pero a veces causa nostalgia ver que algunas cosas acá en Australia simplemente no llegan a tener la misma vibra, el mismo sabor, que en Latinoamérica.

Primeramente, la más grande diferencia es la cultura. México, al igual que sus vecinos Centro y Sudamericanos, tiene una riqueza cultural sin igual. El espíritu latinoamericano le da vida a la vida (y espero que valga la redundancia). Vas en las calles y te encuentras con individuos que le dan cierto ambiente al lugar, escuchas música en casi cualquier barrio, puedes oler la comida exquisita que se prepara en las casas; me puedo pasar horas describiendo el sentimiento que ofrecen los lugares en donde vivimos.

Pero en Australia, el sentimiento es diferente. Obvio que las calles cerca de los centros urbanos tienen cierta vibra, pero ya cuando te alejas del centro, las calles se vuelven idénticas. Las casas a veces tienen un aspecto pre-fabricado, casi casi con la misma apariencia repetitiva de los suburbios en los Estados Unidos. Y el silencio es ensordecedor. Claro que las noches son muy tranquilas, pero el silencio es perturbante para un individuo tan urbano como yo.

Y la comida. Oh Dios. Acá en Australia se puede disfrutar de la gastronomía de diversas partes del mundo: china, tailandesa, india, italiana, árabe, armenia, española, polaca, japonesa, coreana, etcétera. Pero el único tipo de comida que simplemente nunca podrán llegar a replicar es la comida mexicana. De ninguna manera cualquier restaurante "mexicano" en Australia podrá llegar a ofrecer platillos con el mismo sabor, la idéntica frescura, textura, olor y espíritu. Solo hay un restaurante aquí en Sídney del cual puedo comentar que la comida que ofrecen es algo cercano a la comida típica mexicana. Pero aún así, esa comida ni cerca está de la riqueza de la gastronomía mexicana en su máximo esplendor.

La gente. Claro que la gente aquí en Australia es muy amable, amistosa y hermosa. Pero no tienen el mismo calor interior agradable que la gente latinoamericana posee. Acá casi todos se saludan de mano, y aquellos que se conocen cercanamente o son amigos invariablemente se abrazan. Pero no se saludan de beso como hacemos en Latinoamérica, y eso me hace sentir que los Australianos viven como en otra dimensión con los demás. No es que sea malo, sino que es diferente. Yo al principio tuve que contenerme cada vez que me encontraba con alguna joven, porque sé que si lo hubiera hecho me habrían propinado una buena y bien merecida paliza. Pero la verdad eso no importa, uno aquí se acostumbra a la vida cotidiana con facilidad.

La historia. Australia, por ser un país muy nuevo, no tiene una historia larga. La mayoría de sus monumentos turísticos son modernos, como la Casa de la Ópera de Sídney, el Puente de la Bahía de Sídney, los Parques Botánicos Reales; con excepción de la Roca de Ayers, un monolito enorme de millones de años de antigüedad en el corazón del país. Pero aún así hay muchos edificios y sitios históricos que contribuyeron enormemente en la formación de Australia. Solo que no tienen la misma edad que muchos sitios arqueológicos, históricos o turísticos de los países latinoamericanos tienen.

Las horas de servicio de las tiendas y centros comerciales. Muchos centros comerciales y tiendas en Latinoamérica están abiertos hasta tarde en la noche. Pero en muchos lugares de Australia, todo se cierra a las cinco de la tarde, sin importar que todavía haya mucha luz solar a esa hora. Y entonces, ¿qué hace uno a esas horas? En la mayoría de los casos todos van a sus casas. Hay algunos establecimientos en centros urbanos que están abiertos hasta muy tarde, pero eso es solo en centros dénsamente urbanos, como Sídney o Melbourne. Todo lo que esté afuera de los centros de aquella ciudad prácticamente perece en silencio después de las cinco de la tarde.

Pero todas esas diferencias hacen a Australia una nación única, y así se puede apreciar el mundo de una manera distinta.

Vayas tormentas torrenciales Batman!

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Ciertamente,
está lloviendo muy fuerte, y mucho.

No es común en Sídney que llueve tanto.
Casi cualquier día en esta ciudad es hermoso: el Sol brilla fuerte, el aire es agradable y a veces hay una ligera brisa.
Pero de vez en cuando tenemos días como estos, cuando el cielo se nos viene encima, todo es miserable en apariencia.

Y de algún modo, la ciudad ya no opera al mismo ritmo.

Pero después de la tempestad renace el mundo. Y la ciudad vuelve a latir con fuerza y vitalidad.

5 de julio de 2010

El centro de Sídney : City Business District

The city getting ready

Forgotten Songs pt. 5

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Societies

Sydney CBD

QVB under the rain

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George St, facing north

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Los Aussies desde el punto de vista mexicano

Wait a second...Newtown Festival part 8

Cuando decidí irme a Australia, no me imaginé cómo serían los australianos. Sabía más del país mismo que sobre aquellos que habitan ahí, y creo que automáticamente me esperaba encontrarme con el carácter distante y serio del típico americano aún así en las playas paradisiacas del "Down Under". Supongo que el viaje desde los calurosos aires veraniegos de la Ciudad de México a los secos y fríos vientos invernales de Sídney me hizo pensar que, aunque estaría más cerca de mis parientes en Australia, no estaría tan cercano de los "Sydneysiders".

Aquel primer mes después de descubrir los varios destinos en la región de Northern Beaches, dándome una buena introducción a Sídney, y cuando empecé a ir a un bachillerato aquí, fue cuando me dí cuenta que estaba muy equivocado de mi punto de vista.

Uno de las virtudes más importantes en la sociedad australiana es el compañerismo, conocido aquí como "mateship". No importa de qué rumbo vienes, la gente aquí te hará sentir como si fueras un amigo cercano. Obviamente no irán directamente a abrazos de oso, sino que te darán ayuda (sin compromisos en la mayoría de los casos) o consejo en cualquier problema que tengas, ya sea que se te haya averiado el coche en el camino, descompuesto la televisión, o quizás por la simple razón de que no puedes cocinar cierto platillo en la barbacoa. Claro, todo va de acuerdo a lo que sea razonable y que tenga sentido. Eso sí, los australianos valoran y aprecian grandemente la honestidad y el respeto.

En aquel bachillerato me hice amigos de mucha gente bella y amable. Aunque era más viejo que la mayoría de mis compañeros de clase, ellos me dieron muchas horas de compañía y de diversión. Nunca me sentí tan feliz en mi vida, aunque de vez en cuando me sentí nostálgico cuando me ponía a pensar en mis amigos y parientes allá en la tierra bella de México. Pero mis amigos australianos me ayudaron a mantenerme de pie. Ellos me llevaron a lugares hermosos y nos metimos todos en situaciones que aunque para ellos les parecían comunes, a mí me parecían como sucesos increíbles y memorables.

Y algo que también descubrí aquí en Australia es la incomparable belleza de la gente, tanto de las mujeres como, pues yo supongo, de los hombres. Muchas veces me he encontrado en una situación donde me detengo y en mi mente lo único que se escucha es: "Acaso he muerto, o es eso un ángel en frente de mí?". No les estoy mintiendo, nunca he visto a tanta gente tan hermosa en mi vida!!

Grab that light, boy
Algo que también he comprendido con el paso de los años es el sentimiento nacionalista de los australianos. El país, a pesar de ser un poco más de 200 años de antigüedad (es un país bastante nuevo), se ha encontrado innumerables veces en complicaciones con otros países, primeramente por la segunda guerra mundial, la expansión del comunismo en la Guerra Fría, las grandes masas de inmigrantes a Australia y ahora con el global "War on Terror". La población australiana se siente, a veces, invadida. Hay un creciente número de inmigrantes y refugiados desde el tercer mundo, primeramente por los asiáticos, africanos y ahora con los del Medio Oriente. Los australianos no han dejado de expresar sus deseos de mantener una unión racial y lingüista en su propio país, quejándose que muchos australianos no pueden obtener empleos porque siempre son tomados por algún inmigrante, y que los inmigrantes están tratando de imponer sus tradiciones en la sociedad. Pero hay que tomar todo objetivamente. La sociedad australiana está viendo que su índice de crecimiento de población está cayendo, y que pronto no habrán suficientes personas para satisfacer el país. Así que para incrementar la población, se ha permitido que entren inmigrantes. En no más de una o dos décadas habrán más personas nacidas en el extranjero que aquellos que nacieron en Australia, si es que el flujo de inmigrantes se mantiene tal cual y como está hoy en día.

Entonces, esto viene a darle otra cara al australiano, una cara áspera y, desgraciadamente, racista. En el 2005 se vio una protesta racista en el sur de Sídney como nunca antes, que ha mostrado los pensamientos más oscuros en el espíritu australiano. Estas protestas, las protestas de Cronulla, se dieron a cabo por la peligrosa fricción entre nacionalistas australianos e inmigrantes del Medio Oriente. Y aunque eso fue hace cinco años, todavía se discute en el presente por ser una demostración pública del pensamiento australiano (solo en parte, no deseo generalizar en este asunto delicado) que ha afectado severamente la reputación internacional de Australia. Aunque yo soy bastante blanco en mi tez de piel, no he sido exento de expresiones racistas por parte de los que habitan aquí. Y aunque obvio me sentí atacado, yo al menos entiendo las razones por las cuales están diciendo eso.

A pesar de lo que ha sucedido en el pasado, yo he podido disfrutar de las nuevas amistades que he formado aquí. Y muchas veces les he dicho a mis amigos y a otras personas aquí: "Yo siento que he vivido más aquí en Australia que en México." Es un pensamiento no muy positivo para un mexicano, pero viendo a la totalidad de los sucesos que he vivido en México, nunca me sentí vivo, despierto. Solo fue cuando llegué a Australia y me propiné una colisión con una ola grande en la playa de Coogee, y me pasé las siguientes horas estornudando y sacando agua salada de mi cabeza, cuando en realidad me sentí más vivo que nunca (jajaj no exactamente, pero ese sí que fue un episodio muy humorístico).

Próximamente unas fotos...

2 de julio de 2010

Acerca de conducir en Sídney


Bridge St.
Manejar en Sídney es una aventura muy pintoresca. La ciudad y suburbios cercanos siempre ofrecen vistas sin igual. Pero manejar en Sídney requiere de mucho conocimiento y habilidad.

La más grande diferencia que muchos inmigrantes ven es que los coches se manejan del lado izquierdo de la calle. Es muy confuso para los recién llegados. A mi me tomó como varios meses para acostumbrarme. Tomé varios cursos de manejo para poderme ajustar.

Un hecho universal acerca de obtener una licencia de manejo: uno se tardará varios años, entre 4 y 7 años, para obtener una licencia completa si se empieza desde una licencia de conductor aprendiz. Y no es barato tampoco. Sacar la licencia misma tiene un precio elevado, y ni hablar de las lecciones por instructores de manejo, que también son carísimas. Pero vale la pena pasar por las diferentes etapas, las cuales son para el estado de New South Wales:
  1. Learner License (Licencia de aprendiz) - Los aprendices tienen que cubrir 120 horas de manejo. Pero tienen que estar acompañados todo el tiempo de alguien que ya tiene la licencia completa. Tienen que mostrar una placa amarilla con una L en las afueras del vehículo. Máxima velocidad de 80 km/hr. Esta etapa puede tomar casi 2 años. Después de un examen de manejo, te dan
  2. Provisional License (Licencia provisional) - Los que tengan sus "P's" pueden manejar por si mismos, solos. Pero tienen que pasar por dos fases para terminar esta etapa:
    • Red P's, P1 (Etapa Roja) -  No pueden conducir a más de 90 km/hr, y no pueden llevar muchos pasajeros a las altas horas de la noche. El tiempo mínimo de tener la licencia es un año. Después de un examen simple te pasas a la etapa verde.
    • Green P's, P2 (Etapa Verde) - Máxima velocidad de 100 km/hr. Tienen muchas menos restricciones que las de la etapa roja. Uno se mantiene a esta etapa por dos años mínimo. Y después de un examen final te dan la licencia completa.
      3.  Full license (Licencia completa) - Ya puedes manejar como cualquier otro ciudadano australiano.

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Pero sí, este proceso toma mucho tiempo y dinero. Al menos así se asegura que no cualquier individuo puede conducir un vehículo. Y los exámenes de manejo son muy injustos! Son increíblemente estresantes y es impresionantemente fácil obtener una calificación reprobatoria. Pero bueno, después de casi 8 exámenes de manejo, al fin yo pude obtener mis P's rojos (sé que no soy el mejor conductor del mundo, pero la gente que te califica el exámen siempre es perfeccionista). Ahora lo único que me molesta es la idea de que algún mal nacido esté tratando de robarme mis rines o tratando de abrir la puerta para robar algo (pero no tengo nada de valor ahí). Aún así, he podido disfrutar cuando salgo a manejar, me encanta! Y es más divertido cuando uno está manejando en la noche y hay buena música electrónica  en la radio.

Ciclistas en Sidney

Saludos gente.

Antes en mi pueblo las bicicletas no eran un modo de transporte como un vehículo cualquiera. Generalmente tiene un propósito deportivo o recreativo. Yo me acuerdo que usé mi bicicleta en parques. No pude llevar la bicicleta en mi calle porque no había pavimento en aquel entonces (mi calle aún no ha sido pavimentada).

Pero cuando llegué a Sidney siempre supe que iba a estar montado en bicicleta con más frecuencia porque las calles son más limpias y están en mejor estado. En mi hogar en la región de los Northern Beaches usé la bicicleta frecuentemente para ir a trabajar en un supermercado local, y de vez en cuando a otros destinos cercanos. Pero nada más. Ahora que vivo en los Eastern Suburbs, hay muchas cosas a mi alcance: playas, centros comerciales, parques y a no más de 20 minutos el centro de Sidney.

Pero para poder llegar a ciertos destinos, el transporte público no es necesariamente la alternativa más económica, y no todas las calles han sido construidas para albergar tanto automóviles como ciclistas. Después de todo, la gente aquí en Sidney maneja sus automóviles con furia; con rapidez y sin respeto a los demás (depende de con quién te atravieses). Un ciclista cualquiera no se sentiría muy cómodo pedaleando mientras hayan masas de dos toneladas en su alrededor.

El consejo de City of Sydney, con su proyecto de urbanización ecológica y sustentable Sustainable Sydney 2030, está tratando, en parte, de invitar al público a usar bicicletas como un medio de transporte de igual uso a un automóvil o autobús (a cortas y medianas distancias obviamente). Por eso, están ofreciendo cursos de ciclismo urbano completamente gratis. Chequen el sitio oficial: Cycling Courses.

Hace una semana fui al curso de ciclismo urbano, para agarrar confianza cuando salgo a las calles a lado de otros vehículos. Al principio te aclaran las diversas reglas y leyes para ciclistas en Sídney. Me pareció muy extremo que se considere ilegal utilizar la bicicleta en banquetas peatonales, dado que la bicicleta es legalmente visto como un vehículo igual como un automóvil o motocicleta. Pero, a fin de cuentas, el peatón tiene preferencia. Después de eso, te enseñan métodos correctos para frenar y para observar los alrededores en movimiento. Y al final nos llevan a las calles para practicar diferentes vueltas, intersecciones y situaciones.

Para aquellos que viven aquí en Sídney, este curso la verdad es muy útil. Ya me siento apto para salir con la bicicleta en la calle, ya he ido a varios destinos locales y se siente muy bien saber que este medio de transporte es limpio, reduce la congestión vial y además me ayuda a hacer ejercicio con más frecuencia.

Para más información: Sydney Cycleways (en inglés)

Cuánta vergüenza me da...

Hace poco me dí cuenta de un error tipográfico que aparece por todo el blog. He estado escribiendo el nombre de la ciudad de Sydney como Sidney, no como debería ser con el acento: sÍdney. Soy un poco perfeccionista cuando tecleo en el internet, siempre trato de utilizar el acento exactamente donde debería estar. Solo que esta vez ni me dí cuenta del error hasta recientemente.

Ya he corregido algunos de los errores en el blog, pero hay varias que están dentro de algunas entradas que todavía no he corregido.